viernes, 26 de abril de 2013

¡No nos vamos, NOS ECHAN! La sangría del paro no cesa.


El Área de Juventud de Izquierda Unida de Burgos denuncia que la Ministra de Empleo, Fátima Báñez, trata de ocultar la emigración juvenil a la que nos obligan las políticas llevadas a cabo por el gobierno del Partido Popular, llamándola desde el eufemismo “movilidad exterior”
Si bien este tipo de insultos a la población juvenil es frecuente desde representantes del Gobierno, hace unos meses  la Secretaría General de Inmigración e Emigración afirmaba que la juventud emigraba por “espíritu aventurero”, las últimas declaraciones de la Ministra dejan en evidencia su desconocimiento de la precariedad y el sufrimiento de la juventud española o su cinismo. Llamar movilidad exterior a la emigración juvenil es desconocer o evitar nombrar la realidad: es el alarmante exilio juvenil que este país no veía desde el franquismo.
Hace ya tiempo que desde la provincia de Burgos la juventud ha tenido que emigrar a otros puntos de la geografía española y a otros países para poder encontrar trabajo y tener un futuro. NO NOS VAMOS, NOS ECHAN. Están convirtiendo Burgos y Castilla y León en un solar sin jóvenes.
La juventud es la principal protagonista de este exilio, que se convierte en la única salida frente a la falta de oportunidades. Cientos de jóvenes viven en una situación de emergencia social debido a la falta de empleo, a la imposibilidad de empezar o continuar una formación tras la fuerte subida de las tasas en la educación superior y a la pérdida de dos de los derechos más básicos: la sanidad, que ha sido limitada a los y las jóvenes que no hayan cotizado a la seguridad social a los 26 años, y la vivienda con la eliminación de la renta básica de emancipación que provoca que la juventud tenga que regresar al domicilio familiar lo que supone, a su vez, perder en muchos casos la ayuda de los escasos 400 euros del Plan Prepara.
La troika lo deja todo atado y bien atado. No hay hueco para una juventud critica con su sistema. Mientras, al mismo tiempo, se criminaliza cualquier intento de respuesta organizada desde los movimientos sociales u organizaciones juveniles.
La venta de gran parte de los derechos de la juventud para pagar la deuda contraída con los mercados, está haciendo que toda una generación de jóvenes, seguramente la mejor preparada que hayamos tenido nunca,  tenga que construirse un futuro fuera ya no solo de nuestra provincia o región, sino del país. Un futuro cada vez más precario en los países de acogida y que convierte a miles de jóvenes en emigrantes sin otra opción, accediendo a puestos de trabajo muy por debajo de su  formación y en condiciones realmente precarias, como ya lo hicieran los inmigrantes que venían a España en años anteriores.
Esta "movilidad exterior", este exilio juvenil, tiene culpables, y son los gobiernos del PPSOE, que han vendido los derechos de la población en general y de la juventud en particular a la dictadura abierta del capital financiero, haciendo que se llegue a tasas de desempleo juvenil inadmisibles que en el caso de nuestra provincia llega el 49 %. Al mismo tiempo, desde que comenzó la crisis hasta ahora, han entregado a los bancos y cajas más de 500.000 millones de euros en ayudas de distinto tipo, mientras no había ni un solo céntimo para políticas de empleo juvenil.
Mientras tanto, desde el gobierno se continúan estableciendo políticas de criminalización y estigmatización a la población migrante de nuestro país. Políticas que evidencian un racismo institucional agravado al de los años anteriores. No contentos con restringir el derecho a la sanidad de las personas inmigrantes, entre las nuevas lindezas del gobierno, se incluye sancionar la solidaridad de personas u organizaciones con personas en situación irregular y aumentar las condiciones para la obtención o pérdida de la nacionalidad de los extranjeros residentes legales en España.
La emigración y la inmigración son dos caras de la misma moneda, consecuencia de las políticas neoliberales puestas en marcha desde la Europa del capital. La juventud responde y “Dice Basta”. No es movilidad exterior es supervivencia, tanto de los que vienen como de los que se van.