martes, 4 de junio de 2013

Nuevas Generaciones en Burgos y su apuesta por eliminar el salario mínimo.

     El recién elegido Presidente Provincial de Nuevas Generaciones de Burgos, Daniel Sualdea, manifestó estar de acuerdo con la eliminación del Salario Mínimo Interprofesional (SMI); propuesta lanzada por el Gobernador del Banco de España. La clase obrera española es una de las que tiene menor SMI en toda la Unión Europa, ante lo cual solamente faltaba su eliminación para ahondar más en su precariedad laboral y en la pobreza salarial.
     Además, realizan estas declaraciones con la excusa infundada de crear empleo, aunque la realidad es que con la bajada o eliminación del SMI se producen enormes beneficios para las grandes empresas y bancos que dominan el mercado en España a costa de disminuir los ingresos de la clase obrera. Estas medidas no sólo perjudican a los trabajadores, sino también a la pequeña empresa que vive de lo que se vende y jamás se compra en el país. En un contexto con 6 millones de parados/as y el constante descenso de los salarios, cada vez se agudiza más la crisis del poder adquisitivo de los y las trabajadoras, lo que, a su vez, provoca más despidos y cierres de pequeñas empresas.
     Quienes realizan estas declaraciones quieren sembrar en nuestra sociedad la necesidad y el miedo asegurando que el paro sea la excusa perfecta para recortar las prestaciones y ayudas sociales. En 2012 las grandes empresas han aumentado sus beneficios más de un 40% y, por primera vez, la distribución del PIB entre grandes empresarios y trabajadores a favorecido a los primeros. La oligarquía celebra los resultados de las reformas laborales del PSOE y del PP, con Zapatero y Rajoy a la cabeza, precisamente porque al tiempo que aumenta el paro (casi 1 millón de personas en 2012), las reformas facilitan cada vez más el despido y permiten la reducción de salarios.
     Aquellos que celebran estas medidas son los mismos que proponen la eliminación del SMI, al mismo tiempo que realizan donaciones (legales o ilegales) en sobres o maletines, a la casta política gobernante de la que forman parte los dirigentes de Nuevas Generaciones (también en Burgos). Claro está que esta gente no predica con el ejemplo, sino que hacen estas propuestas mientras ellos disfrutan de suculentos salarios (normalmente a costa del erario público en puestos a 'dedazo'). 
     Sonado ha sido el caso de quien fuera Presidente de Nuevas Generaciones en Castilla y León, Eduardo Villanueva, que en esta legislatura cobraba 45.000€ del Ayuntamiento de Burgos pero que en estos momentos se encuentra IMPUTADO por un posible caso de malversación de fondos (todos y todas recordamos el ya conocido "caso factura", 128.000€ en gastos de telefonía). También es conocido el pacto entre Partido Popular y Nuevas Generaciones por el que se garantiza que estos segundos tengan un "puestecito" (a 'dedazo' si fuera necesario), de lo que hay sobrados ejemplos en cargos de confianza tanto en el Ayuntamiento de Burgos como en la Diputación Provincial.
      Es despreciable como el Secretario de Nuevas Generaciones, Rodrigo Alegre, declaraba tiempo atrás que "es bueno que los jóvenes se vayan fuera" mientra él goza de los privilegios y tutela de sus compañeros de partido, que le ha reportado su asignación a un puesto de confianza en el Gabinete de Alcaldía en el Ayuntamiento de Burgos. ¿Conoce cuál es la realidad de la juventud burgalesa desde su plácido "puestecito"? Claramente, NO.
     La actual crisis económica está siendo la oportunidad que están utilizando la clase dominante para crear una contra-revolución histórica que acabe con las conquistas sociales de los trabajadores. Si aún no fuera suficiente con la precarización que sufre la clase trabajadora, especialmente la juventud; el difícil acceso a un trabajo "gracias" al aumento de la jubilación a los 67, la emigración forzosa a otros países, la despoblación de nuestra región o un altísimo porcentaje de paro juvenil en Castilla y León (51%); ahora desde Nuevas Generaciones pretenden imponernos unas condiciones de trabajo en condiciones de semi-esclavitud. Estas salidas del tiesto no son más que una nueva muestra del desconocimiento de la situación real de la juventud, invisible desde puestos de confianza.